marzo 30, 2011

El Sueño del Esquimal #316, jueves 31 de marzo.


Cuerpos celestes alineándose, las canciones que acarician y un millar de estrellas observándonos, intensa llama perturbadora regresas una vez más con tu fulgor.










Antes se llamaban Pearl Harbor, pero las hermanitas Kaplan por alguna razón misteriosa el 2010 pasaron a titular su banda como Puro Instinct, desde Los Angeles, California, llegan con un pop acaramelado y suspendido entre nubes con la joven Piper Kaplan (23) en voces y su hermana Skylar (16) mimando las guitarras.
Luego del brillante single "Stilyagi", nos enseñan su Lp debut "Headbangers In Ecstasy", amigas de Ariel Pink se fueron de gira el año pasado con los Haunted Graffiti, ahora este mismo colabora con voces y arreglos para algunas de las canciones del disco, 10 temas + 5 puentes u oberturas ("KDOD") unos segundos de maraña paranormal perdidos en el ambiente retro y new wave de "Headbangers...", despiertan en el paisaje con "Everybody's Sick" junto a los pajarillos, luego aparecen las guitarras con delay y la voz frágil de Piper, unión luminosa y melodía refrescante, para el final quedan los ruidillos análogos de un teclado mutante, "Lost At Sea" es como entrar en un terrotorio onírico, una atmósfera sedante que envuelve con calidez, esplendorosas guitarras de cristal, teclados flotantes y cánticos celestiales, muy bello realmente. "Silky Eyes" es otra canción que se revuelve entre lo electrónico y lo volátil, siempre adelante con una melodía pegadiza y burbujeante que invita a danzar suavemente junto a los susurros de estas dos muchachas rubias. La hábil base rítmica del disco está a cargo de Cody Porter en el bajo y Mike Baum en los tambores, dos socios más de la cofradía Puro Instinct.
Eso hasta llegar a "Stilyagi", single de adelanto que debe ser una de las canciones del año sin duda, un llamativo cruce entre The Go-Go's y Lush, delicadeza y elevación, una vuelta hacia el sonido 80s' más floral y adictivo, entre los destellos aparece la voz cargada de Ariel Pink, perfección y pureza que viene unida con "Escape Forever" y ese saxo turbador de Richard Ross que se somete a la belleza en una canción sinceramente liberadora.

Puro Instinct extraen desde el cofre-tesoro, un disco de esos que se quedan enganchados entre los días y las acciones, abriendo la ventana hacia un campo fresco... y puro.


Raúl Cabrera Hidalgo.












KREIDLER
Tank

bureau b, 2011

Regresando de nuevo a la fuente, el crujido sensitivo del rock y la electrónica alemana fusionándose bajo un aspecto sigiloso, pero terriblemente expresivo a fin de cuentas, las sonoridades de Kreidler se vienen otra vez sobre nosotros como una fuerza desconocida, el movimiento, la destreza y la lucidez de una música hipnótica que nunca terminamos de descifrar, un ejercicio tecnológico con detalles explorativos e inquietantes envuelto en la siempre inmutable coraza germánica.
Kreidler es una agrupación formada en 1994, sus componentes son Andreas Reihse, Detlef Weinrich, Thomas Klein y Alex Paulick (también en los comienzos estuvo Stefan Schneider de To Rococo Rot), editaron discos memorables como "Weekend" (Kiff SM, 1996), "Appearance At The Park" (Kiff SM, 1998) y "Kreidler" (wonder, 2000), convertidos en un peldaño importante de la empinada (de)construcción sonora alemana, transitando siempre entre Hamburgo, Dusseldorf y Berlín.
"Tank" es su octavo disco de estudio, un trabajo generoso y emocionante por momentos, partiendo con la IDM oscura de "New Earth", la maquinaría es intervenida por el pulso metronómico de una batería real, un circuito vital junto a los sintetizadores y laptops, el resultado es contundente, introduciéndose directo hasta el subconsciente del auditor, entre el latido y el movimiento sanguíneo. Se abren paso aún más con la ácida "Evil Love", pulso constante ahora adornado por zumbidos espaciales y extraños, conjugan de manera perfecta Krautrock, Downtempo, Techno Pop y algo de Post Rock.
Con "Jaguar" entran de lleno en las honduras cósmicas, los sintetizadores se desplazan con sutileza, un bajo hiperactivo nos aturde, parecen llegar a una plataforma interplanetaria descrita por Asimov, son de verdad como unos Kraftwerk actuales, toman mucho de su legado, lo cual nunca será un pecado, siguiendo la línea de la escuela alemana del sonido, Neu!, Can, Faust, Einstürzende Neubauten.
También exhiben atmósferas tribales en "Saal", una gruta de ruidos nubosos y desconcertantes con percusiones salvajes y teclados disonantes, quiebres experimentales que se alejan de cualquier estructura.

Kreidler nos propone el desafio, un viaje hacia nuevas tierras, un cambio de parecer.


Raúl Cabrera Hidalgo.












Una de las luces distintivas que nos llegan desde el sello capitalino Michita Rex, Fakuta y la publicación de su single "Armar y Desarmar", una emotiva canción desplegada en la suavidad del sonido synth-pop, pensamientos cotidianos cruzándose con una musicalidad vitalista, la voz de Fakuta se acerca con frescura junto a los coros de The Laura Palmers, la vida simplemente con sus destellos y quiebres, ¿Acaso cuando armamos algo no estamos también desarmando algún otro?. Producido por Pablo Muñoz y Milton Mahan (De Janeiros).
La edición cuenta además con remezclas destacadas a cargo de Augias Amena, Les Chicci, Vaskular y Ulises Hadjis, más una esquina de ruido estático grabada por Gerardo Figueroa.

Puedes descargarlo desde Michita Rex y ver su video más abajo.


La Gente Esquimal.












PEAKING LIGHTS
936

not not fun, 2011

El dúo conformado Indra Dunis y Aaron Coyes "Peaking Lights" son conocidos en la blogósfera por ofrecer material de corte experimental y son bien apreciados en el balance final de la crítica al respecto de su primer material "Imaginary Falcons" del 2009 o su reciente EP/Cassette "Space Primitive" sold out en Fuck it Tapes del 2010. Sin embargo, este año este par de músicos han sorprendido de nueva cuenta con el "936" 2011 un larga duración bajo el sello Not Not Fun que los anuncia como un "Groove Wave Classic".

Su sonido es brumoso, melancólico e hipnótico, se conduce por el synth, el dub y el lo-fi, es fácil que al escucharlos puedas transportarte a un ecosistema mental al que quizás en ningún otro momento sería posible tener acceso. En dado caso este ensueño nos recuerda el espíritu rebelde de una juventud inquieta y libre, de viajes impredecibles en una moderna psicodelia.

Estamos entonces ante una de las piezas fundamentales, sino es que la mejor en lo que va del año hablando en música independiente con este sonido que es amable, hazy & sexy en ocasiones upbeat y metamórfico de post reggae.

Peaking Lights '936' LP 12" esta disponible en una edición de 600 copias en Not Not Fun Records.


desde
felinno.blogspot.com













Han pasado solo dos años desde “An Imaginary Country” (Kranky, 2009), pero viendo en el terreno en que este músico se mueve, y viendo a algunos de sus compañeros de generación, ese tiempo parece una eternidad. Sin embargo, esa corta distancia es necesaria para poder apreciar y valorar mejor una obra, pues la mayoría de las veces un disco termina perdido y olvidado entre el exceso de material que cada semana inunda las tiendas. Pero Hecker ha tenido la suerte de tener una cobertura más o menos importante, cobertura por cierto que merecida, y eso se debe en gran parte a que cuenta con el respaldo de una gran marca tras él, y con ello me refiero a Kranky.

Continuando la travesía iniciada con “Harmony In Ultraviolet” (Kranky, 2006), este disco, el tercero para el sello de la Windy City, ahonda en la búsqueda de as profundidades del sonido molesto, que al mismo tiempo también se puede disfrutar sin dañar demasiado los oídos. El 1972 del titulo hace referencia a una fotografía, la de la portada, que a su vez da muestra de una tradición estudiantil nacida ese año, ‘La gota de piano’, o sea, lanzar un piano desde la parte más alta del edificio hasta el suelo, con su consiguiente destrucción. “Ravedeath, 1972” no nace de destrozar nada, sino que de construir piezas que evocan eso sí la degradación de algo, un algo que tal vez sea la música, pero que paradójicamente se refleja en ese mismo objeto maltrecho. Originalmente compuesto en el invierno del 2010, fue grabado en julio de ese mismo año, concretamente el miércoles 21, y en lugar muy especial, en la iglesia Fríkirkjan, en Reykiavik, la capital islandesa, con la ayuda del también músico Ben Frost. Si bien hay guitarras y sintetizadores, lo que más destaca, la materia principal proviene de un órgano a tubos. Luego de pasar ese día grabando, volvió a su estudio a mezclar las cintas, dando origen a una combinación entre un disco en estudio y otro en vivo, entre un disco de electrónica y otro de música religiosa. Quizás sea esto último lo que mejor refleje el sonido, pues lo religioso esta unido a algo que describe muy bien al álbum, cual es la solemnidad. Ese tono sobrio, profundo del disco, que invita a que el silencio sea su mejor compañero hace parecer esto una ceremonia, una en la que los asistentes sean esos rostros sin nombre que poblaban la portada de “Harmony In Ultraviolet”. La distorsión de las guitarras, el feedback sin retorno de “Hatred Of Music I” se funde con los pianos tétricos de “No Drums”, los órganos litúrgicos de “In The Fog II” con el silicio roto en la misma pieza. A veces es ruido más blanco que la nieve polar, a veces es ambient más denso que el petróleo de Irak.

Hablando sobre la otra parte del título. “Me acuerdo de ver sangre en la cara de alguien en alguna rave sobre el apocalipsis que se informó el año pasado”. Para cuando ese fin llegue, sea el año que viene, o más adelante, o incluso mañana, al menos ya tenemos la música que sonará de fondo en el ritual de la despedida final. “Ravedeath, 1972”. La fiesta de la muerte, 2011.













Llegué a este disco, como suele suceder con varios discos que uno escucha, por una recomendación –siempre es bueno confiar en los conocimientos de otros, sean amigos o algún sitio–. Y de este músico en particular no tenía mayor información. Leyendo supe que en los noventa las hizo de DJ y que el 2006 comenzó a producir sus propios temas, con influencias del techno y del house, pero siempre precedido de la palabra deep. Y obviamente también se encuentra con el dub, y ahí nos topamos con Basic Channel, y todos los alumnos que salieron de esa escuela. Del 2006 hasta ahora ha publicado varios trabajos, LP’s y muchos 12”, en sellos como Styrax y Echospace, sellos en los que, otra vez, se puede y debe confiar.

“Un par de años atrás, un amigo mutuo nos puso en contacto a Broca y a mí, pensando en nosotros como dos almas musicales similares… Su trabajo es como si él tuviera un contacto abierto con su alma y el corazón dentro, y de esta manera es capaz de comunicar una voz tan pura como nadie lo ha hecho jamás”. Quien habla es Ian Hawgood, el jefe de Home Normal, otra persona que da la seguridad suficiente para poner atención a gran parte de lo que publica. Lo último de Brock Van Wey, que así se llama en realidad este músico, es este “Tribes At The Temple Of Silence”. En siete extensos tracks, y en casi 80 minutos de música, llegando al límite de la capacidad del CD, explora las posibilidades del techno, el ambient y el dub, pero dejando de lado (casi) cualquier atisbo de ritmo, de algún beat. Todo acá es calma sobre calma, blanco sobre blanco. La excepción está al comienzo del disco, “A Quiet Doorway Opens”. Escondida entre remansos, ritmos quebrados aparecen y se mantienen durante gran parte del minutaje. Algo similar, aunque de un modo más suave, ocurre con “The Past Disappears”, el track que sigue. Pero de ahí en adelante todo es un inhalar y exhalar nubes de ambient condensado. De lo extático a lo estático. Voces espectrales que chocan entre sí, una suma de sonidos intrincados en una superficie densa pero nunca cerrada. Por instantes, como en “Sanctuary”, parece como si Wofgang Voigt se aliara con Colm O’Ciosoig y manipularan las cintas del “Loveless” (Creation, 1991). “These Walls Will Always Remember (For Dani)” recoge el ambient donde tal vez lo dejaron Slowdive. Un loop eterno de voces acuáticas en una especien de canto del mar profundo. La palabra acuático es algo que recurrentemente me viene a la cabeza al oír este disco. Tanto “We Move As One” como el track final son otra muestra de eso. El primero, rodeado de burbujas de techno frágil, algo así como pop ambient (dub). El último, “Towers Rise To The Sky”, algo más espeso: nada de ritmo, cero movimientos bruscos, solo melodías dilatadas en el espacio, solo movimientos ondulares. Por sonido, y hasta por el título, me hace recordar a “Ocean Sky Remains” y, en general, a “Ocean Fire” (12k, 2008) [023], la gran obra de Christopher Willits junto a Ryuichi Sakamoto.

No conociendo nada de Brock Van Wey, gracias a una sugerencia me he encontrado con un disco, y por tanto con un músico, que mezcla de manera muy fina la electrónica melódica con las texturas ambientales, siempre inclinando la balanza más hacia lo segundo. “Tribes At The Temple Of Silence”, o el sonido de una gran ola recostada en la arena.


Hawái.









Recuerda sintonizar El Sueño del Esquimal, hoy jueves desde las 21 hrs por Radio Placeres 87.7 fm y online además.












marzo 22, 2011

El Sueño del Esquimal #315, jueves 24 de marzo.



Entre tiritones y escalofríos sobrevolamos la pendiente, un poco más allá se deja ver la noble posada de hielo, otra vez somos parte del sonido salvaje del viento y el granizo. Atrapados por la noche.







En sus dieciséis años de carrera, los miembros de Deerhoof han luchado contra diversos males: la previsibilidad, la inhibición y el tedio han sido algunos de ellos. ¿Cuál de todos será al que alude el título de su nuevo trabajo? Las doce canciones que componen el disco, entre las que encontramos piezas melódicas y otras en las que afloran instantes de caos contenido, pueden ayudar a dar una respuesta satisfactoria.

Con la voz aniñada de la bajista y vocalista japonesa Satomi Matsuzaki como una de sus más poderosas cartas de presentación, los Deerhoof, en su décimo álbum de estudio, se lucen en su versión más amigable. En "Deerhoof vs. Evil", escasean los arranques cacofónicos y la percusión epiléptica que caracterizan normalmente a su música, optando la mayoría del tiempo por un sonido más pulido pero en el que no carecen ideas. En este sentido, las guitarras españolas de "No One Asked to Dance" y el paisaje nocturno que pinta "C’Moon" son ejemplares más que claros.
Su costado freak sale a respirar con teclados y ruidos que irrumpen sutilmente y en los rumbos inesperados que encaminan algunas canciones, como el corte de difusión "Super Duper Rescue Heads!", que transmuta del electropop estrafalario a la psicodelia más descarriada en los últimos segundos. También hay piezas de pop deforme, más típicamente Deerhoof, como "Behold a Marvel in the Darkness", "I Did Crimes for You" y la ridícula y pegadiza "Hey I Can".

El lado más salvaje, que en discos anteriores terminaba imponiéndose casi en forma constante (para bien o para mal), aquí se halla más domado que de costumbre y, curiosamente, esto termina siendo un plus más que una desventaja: "Deerhoof vs. Evil" se revela como uno de los álbumes más redondos y adictivos de la banda, sin una canción que pueda ser considerada desechable. Eso sí: no esperemos que esto marque cómo será el futuro trabajo del grupo. Imposible cuando se trata de un conjunto con un carácter idiosincrásico como Deerhoof.


Emmanuele Patrone
desde indiehearts.com












†‡†
Ghetto Ass Witch

self-released, 2011

Sintetizadores y satanismo, †‡† aka RITUALZ, o la banda de las crucecitas, como te parezca, no creo que sean de San Marino como reza su myspace, más bien parece que son mejicanos, nacidos al calor del Witch House ((también conocido como drag, haunted house, screwgaze y crunk shoegaze), ya eran citados junto a Salem y otros devotos del estilo como los nuevos nombres para reinar en el altar sombrío de los símbolos.
Tras un primer Ep homónimo que contenía siete temas, ahora nos presentan uno de casi media hora y con 8 cortes de alta calidad en su interior hacen que el trono de Salem y Crystal Castes (en su versión witch house, claro) corran grave peligro.

"Ghetto Ass Witch" (irresistible portada con Lindsay Lohan rodeada de un sequito de monjes, pentagramas y cruces invertidas) es un Ep complicado de digerir pero que si consigue atraparte te golpeará con fuerza. Atmósferas corrosivas y asfixiantes se mezclan con sintetizadores desgarrados que dan a esta obra esos derroches de oscuridad arrebatadora que consigue que te pongas a bailar en plan Thom Yorke en ”Lotus Flower”.
Desde que suenan los primeros segundos de "Ritualz" ya nos encontramos con esa oscuridad mezclada con sabrosos toques de chopped and screwed que enmarañan todo y que hace que pieza a pieza pidas más y más. Además de la ya citada, ”Baba Vanga” y ”Ghetto Ass Witch” (interpretada junto a GVVCI-HVCCI) dejan el nivel de la obra muy alto, pero lo realmente bueno llega con las tres piezas finales. ”Third Eye Sixth Sense” se abre con una percusión tranquila y que inclusive puede llegar a resultar monótona pero la forma progresiva con la que va creciendo gracias a sus ritmos fuzz y a esas capas de ruido cacofónico de toques electro que hacen que este seguro de que este corte podría ser pinchado en alguna de las mejores pistas de baile del mundo. Además, si la unimos a ”Laguna”, el siguiente tema, consigue unos resultados no aptos para cardiacos y que podrían acabar con vuestro pobre corazón.
Este EP largo se cierra con ”Star Magick”, el tema más oscuro y endemoniado de todos y que hace salir la vertiente metalera del dúo, pero como siempre cargada de una amalgama de sintes y broches electrónicos de calidad.


desde
myfeetinflames












María Minerva esta produciendo jams que van rumbo a los sitios del pop quizás nunca antes explorados, es cierto que se puede reconocer en la superficie fragmentos de la memoria de los noventa; pero esta artista nacida en Estonia y que reside en Londres experimenta con un sonido más dinámico que en la época citada. Su rango se nota sexual a la vez que etéreo; inspirada en el Toky art-pop y en los beats del dancehall al mismo tiempo que en Cocteau Twins, que en una misteriosa alegría que entre ratos se pierde entre la bruma de un lo-fi disco y una balada sintética a punto de fantasía.

María Juur con "Tallinn at Dawn" de 2011, esta firmada en Not Not Fun, un label que siempre se ha inclinado por el vinyl y en resusitar la cultura del cassette como formatos para englobar el concepto de cada uno de sus artistas en catálogo.

Así mismo encontramos otro lado de María Minerva más efervecente en un release EP/vinyl editado en el subsello creado por Amanda Brown (LA Vampires / Pocahaunted) 100% silk, "Noble Savage" 12" bailable, mas experimental y psicodélico partiendo de texturas drone o como la misma mujer tras el label se refiere a la artista: "Es la supermodelo europea, diosa del extraño Blissco Trance". Ácido.


desde
felinno.blogspot.com












ESBEN AND THE WITCH
Violet Cries

matador, 2011

Después de una primera escucha, no se me ocurre un adjetivo mejor: tétrico. Y escuchar más Violet Cries sólo confirma mi elección. Aunque quizás lo matizaría un poco más añadiendo la palabra “envolvente”. Para la BBC, Esben and The Witch es una de las bandas del 2011 y yo no sabía nada de estos chicos con nombre de leyenda danesa hasta que me propusieron hacer esta reseña. Un desconocimiento que me puede jugar tanto a favor como en contra, pero allá vamos.

El trío de Brighton, con Rachel Davies al frente como la voz cantante que ilumina tanta oscuridad, ha compuesto 10 canciones para debutar con un disco de lo que podría llamarse un indie rock envolvente, tétrico… atmosférico, en definitiva. Eso como primera aproximación. Cuando ya te pones a investigar sobre ellos y lees que entre sus influencias se encuentra la islandesa Bjork o el escritor Oscar Wilde, empiezas a entender cómo suenan Esben and The Witch. Aunque a mi me ha quedado todo mucho más claro al saber que entre sus bandas sonoras favoritas figuran películas como "Requiem For A Dream", "American Psycho" o "La Matanza de Texas". El tema instrumental "Battlecry/Mimicry" podría ambientar cualquiera de ellas. Y si para profundizar todavía más echas un vistazo a sus videoclips (véase "Warpath"), la conclusión es que no me equivocaba en absoluto con lo de tétrico. Para quien todavía no haya pillado la indirecta: Esben and The Witch son oscuros y no necesitan que la fuerza les acompañe.

Abre el disco la potente "Argyria". "Chorea", el sexto corte, es el caos. Cuando sacan a relucir la guitarra, como ocurre en "Warpath", recuerdan a The XX. Y la voz susurrante, convertida en lamento al final de "Marine Fields Glow" puede transformar a Rachel en una Enya perversa. Junto a "Warpath" y "Marine Fields Glow", el single "Marching Song" es otro de los temas destacados con su marcado ritmo marcial. Así es "Violet Cries", una montaña rusa que se pasea por explosiones instrumentales y distorsiones, que sube y baja del cielo al infierno hasta dejarte suspendido en el aire. Pero también es cierto que cuando llegas a "Hexagons IV", en el ecuador del disco, parece que todo suena igual, que das vueltas sobre lo mismo. Las ganas con las que empezaste a escuchar el disco se van diluyendo con el paso de los minutos. Hasta que llegas al "Eumenides" y, casi al final, un “momento pop” te despierta. Entonces estás listo para el último canto de los cines ("Swans").

Por cierto, aún he investigado más y parece ser que Esben and The Witch, leyenda danesa que algunos llaman “cuento de hadas”, habla de extraños y oscuros rituales. Vamos, que estos chicos son la alegría de la huerta, pero fans no les faltan porque antes de la salida de este "Violet Cries" ya se habían producido algunas filtraciones en la red. Lo oscuro está de moda, aunque espero algo más en su próximo disco.


Silvia Tinoco
desde crazyminds












JULIA KENT
Green And Grey

tin angel/important, 2011

Chelista canadiense radicada en Nueva York, colaboradora destacada de Antony And The Johnsons, Angels Of Light, Rasputina, Stars Of The Lid y otras tinieblas, hoy nos presenta "Green And Grey" su segundo trabajo en solitario luego de "Delay" (shayo, 2007), y si su placa anterior se inspiraba en los aeropuertos, ahora Julia Kent se deja embrujar por las líneas que abrazan el mundo natural (o sea "Green") con la fría civilización creada por el hombre ("Grey"), curiosamente de esta unión aparece un bello prado de sonoridades emotivas y fulgurantes, cada melodía enamora y entristece a la vez, como los recuerdos de un limbo perdido en la conciencia adormecida, serenas grabaciones de campo que son sacudidas por los ecos de un chelo melancólico, minimalista, clásico, de pronto cae la lluvia y ya estamos justo en el centro de la suavidad del acuario, Gris y Verde corriendo en la fuente. Naturaleza inhóspita que se derrama como una espora entre tonos citadinos y bajos, ambientes atardecidos despidiéndose junto al silbido del grillo.
Sencillamente notable.


Raúl Cabrera Hidalgo.






Y como 'single' de inicio, encontraremos al músico británico James Blake con "The Wilhelm Scream", parte de su magnífico álbum debut "James Blake" (atlas, 2011), a medio camino entre dubstep, electrónica y refinamiento pop.







Sintoniza Radio Placeres 87.7 fm desde Valparaíso, El Sueño del Esquimal se transmite mañana jueves 24 de marzo a las 21.00 hrs, también en línea.













marzo 15, 2011

El Sueño del Esquimal #314, jueves 17 de marzo



De vez en cuando los sueños se transforman en pesadillas, cruzando una puerta metálica, habitan seres entre crujidos, temblores y descargas eléctricas.








Cuando apareció Mogwai a mediados de los 90s' se vivía con entusiasmo esa 'vieja leyenda del post-rock', estructuras musicales modificadas moviéndose con entera libertad, lejos de las clásicas reglas del rock y el pop, había harto de misticismo, más que una etiqueta se trató de un cambio de parecer en algunos músicos de ese tiempo, como una liberación ultra-necesaria, hasta el día de hoy los discos de Labradford, Bark Psychosis, Slint, Füxa, Gastr Del Sol, Disco Inferno, Tortoise, Rodan, Godspeed y (obvio) Mogwai manifiestan su influencia, fundamentales para quitar amarras y lanzarse en el viaje sensitivo. Pero como cualquier expresión artística o musical, el post-rock sufrió de multiplicación instantánea, desgaste, reincidencia y finalmente de copias descaradas, el sonido que iba 'más allá del rock' se había hecho lógico, inutilizable.
Uno de los sobrevivientes de esa idea son los escoseses Mogwai, que con altibajos aún se mantienen enteros y punzantes, aunque ahora (hace rato ya) dejemos de lado el prefijo y esto quede como rock a secas, siempre con esos títulos llamativos "Hardcore Will Never Die, But You Will" ('el hardcore nunca morirá, pero tú sí'), el séptimo álbum de estudio del quinteto es lo más destacado que han hecho en mucho tiempo, desde su trilogía inicial "Young Team"(1997), "Come On Die Young"(1999), "Rock Action"(2001), (justamente hace 10 años) que no sentiamos ese mareo sugestivo en la musicalidad de Mogwai, la inestabilidad que producían sus crescendos oscuros para luego terminar en un colapso mental y físico, como cuando sacudieron el Teatro Novedades de Santiago en su visita a Chile de 2002, esa noche finalizaron con una versión de 15 minutos para la clásica "Atmosphere" de Joy Division, destruyendo las guitarras mientras en público permanecía en trance, estupendos recuerdos que regresan entre los ambientes de este nuevo trabajo.
Abren la puerta con la urbana "White Noise", pulso certero entre grabaciones de radio, guitarras deformadas y adornos armónicos (cortesía de la casa), pura vieja escuela mogwosa, amplitud y claridad en los teclados, dejando a la guitarra estruendosa de Stuart Braithwaite para el mazazo final.
Luego ya más tecnológicos en "Mexican Grand Prix", una partida con sabor a los Stereolab más kraut, voces con vocoder, fuente inagotable de teclados análogos y percusividad rotunda, harto ruido y actitud, esto era lo que se les pedía en discos algo lánguidos como fueron "Mr. Beast"(2006) y "The Hawk Is Howling"(2008), que definitivamente no alcanzaban para llenar el plato.
Siguiendo en la estela del ruido blanco, dejan caer el single "Rano Pano", ya nos han tomado y elevan con distinción el carruaje guía, al final del túnel vemos otra vez la luz. Genialidad.
A través del disco encontramos aumento de luminosidad en los trazos, hacía arriba, hacía abajo y hacía el centro, todo el sonido es conducente, vital y estimulante como en "San Pedro" a galope entre guitarras distorsionadas y afiladas, parece que han tomado un nuevo aliento, como surfeando en una corriente desenfrenada e inspiradora, agarran otra vez la ola, "Hardcore Will Never Die, But You Will" les ha quedado magnífico, la producción estuvo a cargo de Paul Savage (The Delgados) quién antes les grabó "Young Team", y deberían invitarlo siempre.

"George Square Thatcher Death Party", Mogwai vuelve a mover el piso.


Raúl Cabrera Hidalgo.













ICEAGE
New Brigade

escho/dais, 2011

El joven cuarteto de Copenhague Dinamarca, Iceage se enciende como una turbina abandonada hace años, oxidada y desencajada, pero que cuando logra partir toma tal aceleración que es mejor guarecerse, "New Brigade" es el disco debut de la banda, le han tirado mucha energía y desgarro dentro, un sonido retorcido que bebe tanto del after punk como de la no wave.
La mayoría de los temas del álbum no sobrepasan los 2 minutos y se siente vigorosa la patada punk en ellos, con su vocalista Elias Rønnenfelt alimentando el descontento en cortes como "White Rune", "Remember", "Rotting Heights" y "Total Drench", es extraño pero estos adolescentes daneses le dan nueva vida a ese ruido confuso de Warsaw, Crisis y los primeros The Clash, una base rítmica siempre impetuosa, guitarras cortantes y harta estridencia putrefacta para retorcerse y sangrar.
Iceage aparecen como la punta de lanza de una escena subterránea bien cimentada y aún por descubrir, una Copenhague furiosa y atormentada con otros engendros dignos de citar como Skurv, Kolyma, Pagan Youth, Sexdrome, Pregnant Man y Fathom Suns, enjambre de turbia rebeldía juvenil.

Post-Anarko-Punk, que no es poco.


Raúl Cabrera Hidalgo.














COH
IIRON

editions mego, 2011

El mismo músico ruso Ivan Pavlov aka Coh ha definido "IIRON" como su 'Metal Album', y al observar la portada diseñada por Stephen O'Malley de Sunn O))) no quedan muchas dudas, lo cierto es que este veterano creador (ex-soviético) cercano al sello Raster-Noton (donde ha publicado la mayoría de sus trabajos) y a los ex-Throbbing Gristle, Cosey Funni Tutti y Chris Carter, se ha pasado la vida interviniendo atmósferas y ruidos, siempre agazapado en los bordes de la electrónica experimental.
Radicado en Suecia actualmente, grabó durante 2010 una buena cantidad de guitarras eléctricas y acústicas, para luego desarmarlas, procesarlas y crear estos paisajes maquinales y sombríos.
"IIRON" es una placa que se compone de 7 piezas largas, los ambientes son siempre cargados y hasta cierto punto congelados, los pulsos minimales se refugian en drones y noise fantasmal como queriendo entrar en los recuerdos de su vida en la vieja URSS, por ejemplo en "War End War" ha usado grabaciones de 1988 para manifestar un universo aterrador, una especie de 'Doom-Ambient-Noise' que ya se quisieran varios de los exploradores del Post-Metal, aparecen continuamente riffs metaleros mutados por aparataje electrónico, zumbidos y glitches, la unión de ambos aspectos sonoros es por decir lo menos asfixiante, pero Coh lo sabe fundir bien con adornos extraños y mucha abstracción. En "Fist Of Glory" se vienen a la cabeza imágenes de una vieja ciudad enmohecida, distanciada por la guerra fría. Presente y pasado chocan formando ecos futuristas de mal aliento.

Un claustro donde nunca llegará la luz, alma en metal.


Raúl Cabrera Hidalgo.














daymare recordings, 2011

Sexta colaboración entre el legendario Masami Akita aka Merzbow (engendro fundado en 1979) y los turbulentos y también japoneses Boris, "Klatter" estaba originalmente planeado para 2007 (bajo el no confirmado nombre de 'Mellow Peak') e iba a ser publicado por Troubleman Unlimited, pero por razones desconocidas no fue así, luego de 4 años al fin ve la luz.
Sentados sobre la historia y el derrumbamiento estos dos peces gordos de la experimentación japonesa nos enseñan una música destemplada, nubosa y altamente narcótica, Boris exhibe un poder sónico deslumbrante, las guitarras de Wato son convulsivas, se unen en la bruma con los bajos profundos de Takeshi y deben haber pocos bateros que le dan tan duro a los tarros como Atsuo, en sí ellos ya son como una gran serpiente que te va atrapando, más aún envueltos en el aparataje monstruoso de Merzbow.
"Akuma No Uta" es pura psicodelia, rock espacial de rítmica rupturista, agasajado por zumbidos alienígenas y variadas capas de ruido turbador, navegamos a través de una nube que pronto será tormenta, entrando sutilmente en el cuadro letárgico de "Jane" 12 minutos de ascenso y sacudidas, gritos y mucha perilla análoga, deformaciones.
Si te gustan los viajes intoxicados de Bardo Pond y la electrónica mercenaria de Pan Sonic y Suicide, te recomendamos hacerte de todos los discos conjuntos de Boris con Merzbow, son un real estremecimiento a la consciencia, una apertura hacia estados alterados y sublimes.

Naves orientales surcando la planicie, música ya no terrestre, giratoria.


Raúl Cabrera Hidalgo.












CRIATURAS
Arañas En El Corazon Ep

lengua armada, 2011

Criaturas es una banda de Hardcore-Punk originaria de Austin, Texas, formada por algunos miembros de Deskonocidos, Vaaska y otras bandas del estilo, han lanzado este año su primer Ep 7" por el sello independiente de Chicago, Lengua Armada Discos (Los Crudos, Limp Wrist, Mugre, Ilegal, etc), lleva por nombre "Arañas En El Corazón" y consta de 4 lamentos de más de 1 minuto cada uno, cantan en español y no hay casi nada de información sobre ellos (sin myspace), nos parecieron interesantes ya que son una verdadera descarga de sonido crudo y marginal, voz femenina chillando unas letras paranoicas y oscuras, música para la destrucción, un arañazo en pleno rostro.







Además el single de la semana estará a cargo del músico británico Darren J. Cunninham aka ACTRESS, muy destacado recientemente por su disco "Splazsh" (honest jon's records, 2010), él hace una mezcla de Dubstep y Techno, presentaremos "Gershwin/Harrier ATTK" un disco 12" aparecido este año por el sello Nonplus Records.






Recuerda sintonizar El Sueño del Esquimal, hoy jueves desde las 21 hrs por Radio Placeres 87.7 fm y online además.







marzo 08, 2011

El Sueño del Esquimal #313, jueves 10 de marzo





Una noche de corrientes cálidas entrando en el archipiélago desconocido, se unen y de pronto ya tenemos al torbellino absorviendo todo a su paso, será una nueva hora para creer.







L'ALTRA
Telepathic

acuarela, 2011

La música que se acerca desde el corazón, L'altra es una de esas bandas de corazón maltratado que de inmediato nos cubre y somete a una delicadeza intensa, dueños de una fuerza emotiva que se soporta en la austeridad y claridad de los detalles sonoros, regresa la pareja de Chicago integrada por Lindsay Anderson y Joseph Desler Costa flotando en medio de la calma aparecen luego de 6 años de silencio y la magia se matiene, los ojos luminosos.
Cuarto álbum y primero para el sello español Acuarela Discos, ellos mismos cuentan como se dió este vínculo: "Nuestra relación con el sello se remonta al 2002, cuando Jesús Llorente organizó una gira por España y Portugal, incluyendo un concierto mágico en el festival Primavera Sound de aquel año. Allí nació nuestra amistad, que se cimentó con la participación en uno de sus famosos recopilatorios Acuarela Songs. Desde entonces siempre hemos tonteado con la posible unión entre L’ Altra y Acuarela y la viabilidad de trabajar juntos. Ese momento ha llegado, las estrellas se han alineado, se ha cerrado el acuerdo, los planes están sobre la mesa y no podríamos ser más felices."
Será por eso que "Telepathic" se presenta con una luminosidad multiplicada, vienen a retomar un sitial dejado entre Low, Galaxie 500 y Beach House. El disco ha sido grabado entre Chicago y Brooklyn, publicado primero como una edición especial para Japón (con 2 bonus tracks) a fines de 2010 por el sello And Records, verá la luz para el resto del mundo este 15 de marzo por Acuarela.
Canciones intimistas, certeras, susurros como caricias, ambientes atardecidos encajados en una instrumentación cuidada y atrayente, las voces de Joseph y Lindsay se acercan con esplendor, merodeando los recuerdos y la vivencia arrolladora, así llegan melodías como "Nothing Can Tear It Apart" y "Boys", trazos perfectos de sonido puro e intuitivo, la voz de Lindsay se eleva en el paisaje embellecido de "When The Ships Sinks", dan ganas de llorar, de abrazar y se amontonan las imágenes en la memoria, su venida a Chile por ejemplo presentando aquel inolvidable "In The Afternoom" (aesthetics, 2002), las siluetas de L'altra entregando una música encantada sumergida en la calma de un piano, una guitarra y esas voces sedantes.
Una buena cantidad de amigos colaboran en "Telepathic" ensanchando la ruta y aumentando el poder de estas ambientaciones lentas y placenteras, Elisa Graci (Costa Music), Joshua Eustis (Telefon Tel Aviv), Marc Hellner (Pulseprogramming), Josh Abrams (Iron & Wine), Charles Rumback y Alessandro Baris cubriendo el refugio con elegancia y soltura silvestre.
Bien valió la distancia y el silencio, la reunión de L'altra es impactante, un tejido que crece hasta arropar la angustia más cargada, besando las heridas y trayendo nuevamente esa luz esquiva.

Sinceridad y comunión.


Raúl Cabrera Hidalgo.












MINKS
By The Hedge

captured tracks, 2011

Por su obra los reconecerás, el año pasado la joven agrupación de Brooklyn publicó los singles "Funeral Song" y "Ophelia" para Captured Tracks, llamando fuertemente nuestra atención con su sonido nostálgico y una estética maliciosamente rupturista, que son un quinteto, que miran a The Cure como un espejo, lo único cierto es que tenemos frente a nosotros los rostros pálidos de Sean Kilfoyle y Amalie Bruun, ellos son Minks y este es su disco debut "By The Hedge" que viene a ratificar aquellas cortas ofrendas de pop oscuro.
Como las suaves ondulaciones del viento otoñal, van apareciendo canciones sugerentes de aroma Sarah Records y mucho C-86 pero deslavadas por una ventisca constante de ambientes lo-fi, melodías quejumbrosas que se entromenten en el recuerdo huracanado del after-punk tenebroso como en "Out Of Tune" con un bajo dark tributando a Simon Gallup y Peter 'Hooky' Hook, guitarras sinuosas y voces espectrales que sollozan en la distancia.
La confusión crece con temas de aspecto más etéreo, por ejemplo "Indian Ocean" pareciera recalar en la nubosidad amable de los primeros Felt o The Durutti Column, aún así no parecen un refrito cualquiera, tienen alma y esa bella cualidad de crear buenas canciones, en este punto aparecen algunos singles inmediatos como el antes citado "Funeral Song" y "Our Ritual" con teclados expansivos decorando el aire bucólico de estos páramos, ensoñadores e inclasificables como buena parte de las nuevas agrupaciones de Brooklyn, moviéndose siempre entre la miel y las sombras, dale con el triste atardecer de "Bruises" y las lágrimas que se juntan en "Boys Run Wild" una estación terminal para que luego aparezca la majestuosidad de "Ophelia", caminan por un borde, las guitarras son generosas y las voces atraen, tienen gusto de eso no hay duda, pero todavía son una gran incógnita.
Por ahora nos quedamos perdidos y embrujados en este bosque extraño de pefumes variopintos.

Nota aparte, les dejamos la portada de su anterior disco sencillo, por destacada y evidencia de su amor por The Cure, bueno también el nombre "Funeral Song".

Es el universo grisáceo de Minks, ahora para ustedes.


Raúl Cabrera Hidalgo.





























BELONG
Common Era

kranky, 2011

Cuando parece que todo lo que oímos reposa etiquetado y definido, avanza esta niebla cerrada llamada "Common Era", segundo álbum del dúo Belong, alteración y sobrecarga auditiva venida desde Nueva Orleans y comandada por los músicos Turk Dietrich y Michael Jones.
Ya habían roto un par de finos vitrales con "October Language" (carpark, 2006) y el Ep "Colorloss Records" (st. ives, 2008), un sonido violento, cósmico hasta cierto punto, que ahora se lleva la corona con este nuevo trabajo, o mejor dicho 'estado', múltiples capas de distorsión atmosférica, teclados oscuros en la onda del "Faith" de The Cure, bajos de ultratumba y percusiones minimales, música revolcándose peligrosamente en la orilla, el ruido que se hace redentor.
Como si se hubiesen tomado muy a pecho su nueva estadía en Kranky, nos traen de regreso el zumbido espacial y desafiante de Dissolve y el noise alienígena de Amp y Magnog, todo envuelto entre tinieblas que no dan tregua, el aire se hace pesado y junto a las guitarras crepusculares se dejan escuchar unos cánticos magullados como en "Come See", mucha aceleración y profundidad, ritmos pegados y atmósferas cortantes, no caeremos en la simpleza de explicar este ruido como shoegazing ni nada parecido, esto está más allá, como el rugido de un animal despertando de la hibernación o del cadalso ineludible.
Entre las ruinas quedarán cortes como "A Walk" y "Perfect Life" con ese bajo sólido que atreviesa el prado como una tormenta cruel, entierran la uña y no dejan nunca el riel perturbador, cuando pensamos que la lluvia se disipará, se atreven con planos explorativos y rugosos como "Keep Still", ambient-doom, siniestrismo y aislamiento.
Para el final encontramos el vuelo enfermizo de "Different Heart" y las voces reverberantes en "Make Me Return", Belong nos saluda desde una curva arcana, están creando música sensitiva desde un abismo y van dejando aberturas difíciles de cubrir, atentos en la espesura dos figuras difusas cortorneándose, agazapados mirando fijamente el suelo y los pedales, se van pero una batería programada continúa sonando inmutable entre los ambientes fríos.

Aparece oficialmente el 21 de marzo.


Raúl Cabrera Hidalgo.












IRON AND WINE
Walking Far From Home (2010)
Kiss Each Other Clean (2011)
4AD-warner bros.

Hace poco más de un año Sam Beam realizaba una recopilación de viejas cintas, versiones desperdigadas por el aire y archivos provenientes de las sesiones para su último disco. Un paréntesis necesario para poder seguir avanzando, un trayecto que se inició hace casi una década en la calurosa Florida. Ese disco, titulado “Around The Well” (Sub Pop, 2009), si bien no contenía material nuevo, era suficiente para hacernos dar cuenta del potencial que tenía en sus comienzos, así como para poder apreciar su evolución de su dormitorio al gran estudio, del cantautor folk al compositor folk, lleno de arreglos casi barrocos. De nuevas canciones, nada. Y las dudas acerca del sucesor del inmenso “The Shepherd’s Dog” (Sub Pop, 2007) crecían. Y tomando en cuenta esto, las diferencias de ese disco con los primeros, las dudas eran grandes. ¿Cómo superar tamaño álbum? ¿Es necesario hacerlo, siquiera intentarlo? ¿Una vuelta a las raíces o una simple continuación? Pues ni lo uno ni lo otro, sino más bien un nuevo escape. Parecía que su camino era claro, pero el rumbo que ha tomado ha sido el más inesperado. Quizás tenga algo de “The Shepherd’s Dog”, pero de una manera exagerada. Y ese nuevo camino, como ha pasado con otros, lo ha llevado directamente hacia un pop radiante de sol.

Lo más viejo de lo nuevo es “Walking Far From Home”, un single de noviembre del año pasado editado con motivo del Black Friday dentro del Día de la Tienda de Discos. Efectivamente, si su casa es “The Creek Drank The Cradle” (Sub Pop, 2002), ha caminado muy lejos de ella. Sus palabras parecen las de alguien que solo ve en colores negros. “I was walking far from home/ But I carried your letters all the while/ I saw lovers in a window/ Whisper want me like time, want me like time…/ I saw sickness bloom in fruit trees/ I saw blood and a bit of it was mine/ I saw children in a river/ But their lips were still dry, lips were still dry…/ I saw sunlight on the water/ Saw a bird fall/ like a hammer from the sky/ An old woman on a speed train/ She was closing her eyes, closing her eyes…/ I saw kindness and an angel / Crying ‘take me back home, take me back home’”. Una mirada tristísima. El resto del single contiene dos piezas dignas ocupar el lado A. “Summer In Savannah”, como lo hizo anteriormente, abraza la música africana tal como en “The Shepherd’s Dog”, siendo una pieza digna de ese disco, con el añadido de un solo de saxo disgno tanto de John Coltrane como de Supertramp. Pero la novedad viene con “Biting Your Tail”, donde escuchamos sintetizadores y cajas de ritmo. Quien antes de esto lo único que conocía era, por ejemplo, “Naked As We Came”, se llevará una gran sorpresa. Más se parece (y mucho) a “Too Much” –“The Of Adz (Asthmatic Kitty, 2009)– de Sufjan Stevens. Pero esto era solo un aperitivo, un buen aperitivo. La prueba de fuego era el disco. Más pronto que tarde aparece “Kiss Each Other Clean”, ya fuera de Sub Pop. Respecto al sonido que buscaba y que se plasma el el álbum, Sam lo tenía claro. “Esta más enfocado como un disco pop. Suena como la música que la gente escuchaba en el auto de sus padres a principios y mediados de los setenta”. De nuevo con el productor Brian Desk, y con una banda de siete miembros, varios provenientes de Califote e incluido Chad Taylor, el disco se grabo dentro de nueve meses entre su actual Austin y Chicago, con una paleta que mezcla folk, country, rock, jazz, ritmos africanos, reggae, dub, soul, todo con una óptica pop, y con un luz muy brillante. Si bien comienza con el citado single, al siguiente tema descubre a Jamaica de una manera delicada, con vientos parece que grabados en la misma isla. Lo que sigue, “Tree By The River” trae por fin el color del sol, como nunca lo hizo, de la mano de recuerdos contados de la manera más sencilla (“Mary Anne, do you remember the tree by the river when we were seventeen?…/ Dark canyon road, I was coy in the half-moon/ happy just to be with you, and you were happy for me”). “Monkeys Uptown” y “Rabbit Hill Run” insisten con ritmos de raíces negras, la primera a base de caja de ritmos, bajo sacado de un grupo de funk perdido en la historia y guitarras eléctricas de una época cuando los solos no aburrían. Pero la segunda es la que más destaca, un triunfo para Sam Beam. Sonidos de otro planeta movidos por una simple melodía, unos arreglos preciosos, y unas flautas que tocan el cielo. “Half Moon” y “Godless Brother In Love” son lo más cercano que pudiera estar a sus inicios, y aún así se apartan bastante. “Big Burned Hand” nos lleva a esa época que el mismo citaba. Oyendo sus vientos, esos bajos, nos transportamos al coche de los padres de Sam. Finalmente “Your Fake Name Is Good Enough for Me”, el epilogo de siete minutos en una orgía de sonidos que parecen comprimir el disco en su extensa brevedad, con una letra muy propia de él. “Apuesto a que estás viendo todos los niños felices/ Cada beso otra limpieza/ Ellos estaban cantando algo/ Tal vez ellos estaban cantando: Conviértete en la maleza, nos convertiremos en ella. Conviértete en el mar, nos convertiremos en él”.

Queda difícil superar su discografía sin manchas, pero sus ambiciones siguen creciendo y afortunadamente sigue estando a la altura de ellas. Experimentando dentro de los límites del pop, Sam Beam es un artista que ha crecido como nadie se lo esperaba. Este disco, a pesar de lo radio friendly que es, no es fácil, pero una vez oída la última canción dan ganas de repetir la experiencia varias veces más. “Kiss Each Other Clean”, la salida por la tangente de un artista, Sam Beam, que parece no conocer límites y que solo ve, por ahora, el brillo del sol. “Me he convertido en un hombre feliz cantando una canción” (“Glad Man Singing”).


Hawái.













Viejos amigos se reúnen de nuevo. La amistad que une a David Sylvian y a Ryuichi Sakamoto data desde hace mucho tiempo. Fue en el año 1982 cuando por vez primera trabajaron juntos. En esa ocasión grabaron en single “Bamboo Music / Bamboo Houses”, y desde allí en adelante han seguido colaborando discontinuamente a lo largo de sus vidas, las que son unas vidas entregadas al arte en un sentido casi romántico. Ha habido muchos discos de ambos por separado. Sakamoto se ha dedicado a realizar muchas bandas sonoras y unos cuantos discos separados del cine, así como variadas colaboraciones, como las aquí comentadas, con Christopher Willits, Christian Fennesz y la más destacada, con Cartsen Nicolai. Sylvian por su parte tiene una dilatada carrera desde que puso termino a Japan, y cuyo mejor renacer vino a principios de siglo, todo ello unido además a su nuevo hogar que es su propia casa, Samadhisound. De hecho, este es el número dos de un catálogo perfecto.

Aparecido en abril de 2004, meses después de su edición en Japón, este corto trabajo es parte del proyecto promovido por el japonés llamado ‘Chain Music’ (creación colectiva que sigue aquello que nació en el surrealismo). Todo fue grabado en Nueva York y New Hampshire (Estados Unidos) en el verano de 2003. “World Citizen” es un mini CD de dos temas que son cinco. Un par de composiciones de música en cadena, ambas en versión corta y larga, más un remix que no se queda atrás. “World Citizen”, el tema fue compuesto por Sylvian y cuenta con como músicos de lujo a su hermano Steve Jansen (batería), más Amedeo Pace (guitarra) y Skúli Sverrisson (bajo), y su presencia se nota y por otra parte la diferencia de su mitad hermana. Arte nacido de las cenizas del pop más luminoso. Brillantez fruto de una de las luminarias de la música moderna. E igualmente es esta música moderna en el mejor sentido posible, quizá el único posible. Asimismo, la canción es un reflejo de la vida moderna, vida de odios, venganzas, progreso y separación (“Las vidas de seis mil niños fueron simplemente desechadas/ Perdidos sin la medicina, dentro de treinta días…/ En Madhya Pradesh, donde construyen represas/ Están desplazando a los nativos de sus hogares y tierras…/ En el nombre del progreso y la democracia/ Los conceptos representados solo en el nombre…/ Y los edificios caen en una nube de polvo/ Y nos preguntamos ¿cómo podían odiarnos?/ Bueno, cuando vivimos en ignorancia y lujo mientras nuestros superpoderes practican el arte de las marionetas/ Alzamos a los hombres que dirigen estados fascistas/ Y vendimos las armas, así mantienen su lugar/ Mi mundo está sufriendo, tu mundo está sufriendo, nuestro mundo está sufriendo/ Ciudadano del mundo”). Culpas compartidas que hacen de este un lugar no tan bueno, reflejadas en el espejo de Sylvian, agudo en lo que dice pero noble en como lo dice. Jamás una palabra suya herirá. “World Citizen – I Won’t Be Disappointed” es la otra mitad, sin instrumentos reales, más que sonidos programados por Sakamoto y por Sketch Show, es decir, un tercio más los otros dos que completaban Yellow Magic Orchestra. Una actualización del pop sintético cultivado por el trío nipón, que ahora es esa electrónica moderna colmada de crujidos y detalles. Rítmica quebrada, clicks y cuts adormecidos otra vez por las cuerdas de satín de David, con la poética de las vidas solitarias y cuartos vacíos. “¿Qué ha pasado aquí?/ La mariposa ha perdido sus alas/ El aire es demasiado denso como para respirar/ Y hay algo en el agua para beber…/ El sol sale y estás solo…/ No es seguro, todos los pájaros amarillos están durmiendo/ Porque el aire no es apto para respirar/ No es seguro…/ Vi un rostro, era un rostro que no conocía/ Su tristeza me dijo todo sobre mí mismo/ Ciudadano del mundo…/ Me doy vuelta y no estoy durmiendo bien de noche/ Y mientras sé que esto no está bien ¿qué puedes hacer?”. Para el final queda “World Citizen (Ryoji Ikeda Remix)”, un acercamiento entre las dos caras de este single, y para ello que mejor que una nueva mezcla por cuenta de RYOJI IKEDA, otro japonés que para la ocasión llena de sucio polvo digital cada uno de los surcos de la pista original, ruidos e imperfecciones que transforman a esta versión una canción completamente nueva.

Veintidós años separan a su primer acercamiento, y la afinidad sigue intacta. Con la ilusión de un trabajo más extenso entre el amigo japonés y el amigo inglés, este breve encuentro basta para saciar nuestra necesidad de oír postales que fotografían la tristeza a la distancia, la tristeza más refinada y elegante.


Hawái.








Y recuerda que siempre partimos con nuestro 'single de la semana', esta vez con la joven artista sueca Lykke Li y el sencillo "Get Some", adelanto de su nueva placa llamada "Wounded Rhymes" que aparecerá muy pronto por etiqueta LL Recordings.






Escucha El Sueño del Esquimal, jueves 1o de marzo desde las 21 hrs, por Radio Placeres 87.7 fm en Valparaíso y los contornos, también en línea por aquí.











marzo 01, 2011

El Sueño del Esquimal #312, jueves 3 de marzo.



Sentimientos fríos que aguardan por una nueva estación, en todas las escenas y estilos musicales (incluso en el pop) encontramos artistas desolados e incomprendidos que transitan por una vereda ensombrecida en los márgenes del reconocimento y la popularidad, al encuentro con algunos de esos 'parias sonoros' te invitamos hoy a disfrutar.







Brooklyn está ardiendo, escenarios pequeños, subterráneos atestados por jóvenes de vestimenta oscura, ojos inquietos que observan entre gritos, ruidos y sintetizadores que no paran de resonar, atrapado en medio del paisaje Synthpop, Minimal Wave y la consistente escena Noise neoyorkina encontramos a Sean McBride aka Martial Canterel, figura crucial de un panorama creciente que mientras más conocemos, más nos fascina. Recordar también que McBride es parte de la cofradía Xeno & Oaklander junto a la noruega Liz Wendelbo.

Un sonido sintético que se mueve entre lo sombrío y lo bailable, más de una década de trabajo para Martial Canterel en la que nos ha dejado una interesante producción de cassettes, CDr's y Lps de edición limitada, todo parece enaltecerse y tomar su verdadero lugar con esta nueva placa "You Today", publicada el 8 de febrero por el enigmático sello Wierd Records.
Canciones hiperactivas que corren dentro de una atmósfera congelada, nadie le podrá sacar el rostro a la rotunda "Occupy These Terms" por ejemplo, a medio paso entre ColdWave e Industrial, un pulso maquinal que se matiene en "Market" y "Sidestreets", McBride nos deja claro con su música y sus vocalizaciones que también se puede hacer punk a base de sintetizadores, secuencias y baterias programadas, aparecen en el ocaso las siluetas marginales de Throbbing Gristle y Cabaret Voltaire.
El templo se oscurece en "The Empty Sand", una especie de viaje nocturno a través de una ciudad de piedra perdida entre las épocas, deja vu total. Para luego volver a la danza sobre fábricas deshabitadas en "Still A Part" y "Some Days", teclados que sollozan en medio de una fiesta pagana.

Martial Canterel nos invita a cruzar por un camino oculto, atrayente y severo, imágenes que se confunden dentro de un presente emocionante, tras la curva se insinuan otros nombres que encandilan... Further Reductions, Human Puppets, Yellow Tears, Staccato Du Mal y Epee Du Bois, la hermandad sagrada.

Maniobras orquestales en la oscuridad, otra vez.


Raúl Cabrera Hidalgo.












JULIANNA BARWICK
The Magic Place

asthmatic kitty, 2011

La joven muchacha de Louisiana trasplantada a Brooklyn, Julianna Barwick, pareciera ser el único registro creíble de que algo cercano al paraíso existe, adentrarse en sus manatiales de voz intervenida es como fisgonear en una pradera celestial alojada en la memoria de los sueños.
Siguiendo la pista silvestre dejada por sus anteriores trabajos, el mini-álbum "Sanguine" (autoedición, 2006) y el Ep "Florine" (autoedición, 2009), ahora todo ese resplandor se ratifica firmemente en "The Magic Place" su disco debut para Asthmatic Kitty Records.

Un sitio mágico que se expande en múltiples direcciones, somos sometidos a planos sonoros encantados hasta casi evaporarnos junto a estas exploraciones de piano minimal, pedales hechizeros, guitarras nubosas y bellos cantos de sirena que parecieran elevarse hacia un punto sin retorno en el espiral arcano de la conciencia, existen en este viaje algunos puntos maestros como "Cloak", un gran valle de ecos superpuestos que se vienen sobre el auditor como una tormenta que envuelve e hipnotiza entre el viento helado y la llovizna. Sin regreso como en el nimbo de "Prizewinning" donde al fin se atreve a aparecer una percusión desgarbada y forastera.

Se trata justamente de música que estremece por su fragilidad y rareza, llevados en la lejanía los caminantes, flotando entre espirales y luminosidad placentera, más allá de Inca Ore, Grouper o Fursaxa, Julianna Barwick ha creado una isla sagrada para el retiro y la sanación.

Un territorio ancestral que deberías detenerte a conocer, dejarse llevar, peregrinar.


Raúl Cabrera Hidalgo.












SEEFEEL
Seefeel

warp, 2011

De los muchos 'comebacks' que nos depara la música, el de Seefeel no se esperaba pese a ser una banda que muchos no hemos olvidado (ya de paso para cuando otro disco de Pole, Mouse on Mars o ya puestos, Disco Inferno...) y que su música ambiental y ensoñadora con frios andamiajes dub podía tener lugar de nuevo cabida en estos tiempos, ya que hemos estado babeando con el techno dub de escuela Berlinesa estos años. Las aventuras de Mark Clifford en solitario nunca alcanzaron notoriedad después de la separación de Seefeel y el Ep, de avance "Faults" (warp, 2010), dejaba un sabor de boca algo amargo. Para esta nueva etapa reclutan Sarah Peacock y Clifford a Shigeru 'Shige' Ishihara y a Iida 'E-Da' Kazuhisa (Boredoms) y el sonido de Seefeel sigue siendo un compendio entre lo planeador del drone y la psicodelia electrónica. El disco empieza enseñando sus cartas rápidamente en la breve "O-One One", con sus glitches y ruidos que dan paso a "Dead Guitars" donde empiezan a construir una suerte de krautdub filtrado por todos estos glitches.
La verdad, es que contar con un miembro de Boredoms muestra que se alejan de la ensoñación de "Quique" (too pure, 1993) y optan por una espontaneidad más agresiva que la de "Succour" (too pure, 1996). Comprobamos la vena de experimentación en los breves fragmentos desperdigados en el disco como "Gzaug" y se expanden estos experimentos en absorvedoras composiciones como "Rip Run" o "Aug 30". También hay rastros de la herencia que dejaron en la IDM de corte shoegazing en "Airless" donde, como en muchos otros momentos del disco, la voz de Sarah Peacock aparece entrecortada y acerca la candidez en contraposición a la agresividad del disco. La carga de glitches y ruidos se enredan a su alrededor sin dejar que despegues, pero conforme avanzas en estos loops te van acercando a páramos de inconsciencia. Pero también hay preciosidades como "Making" que marcan el espíritu de evolución de su sonido donde lo dejaron y se acerca a toda esa generación de amantes del pop de Cocteau Twins filtrado por la electrónica doméstica, como Ulrich Schnauss o los primeros M83 (ahora, bastante pelmas y ampulosos).
En el fondo, siempre he visto a Seefeel como los Flying Saucer Attack del otro lado, unos basando su ruido en el folk y otros en la electrónica. Comparten malditismo además. El final con "Sway" te hace pensar en los primeros tres segundos en que te vas a encontrar algo de Kevin Drumm, pero nada más lejos de la realidad te envuelven en su ensoñación y te dejan en el limbo. Como disco, me parece una gran noticia su vuelta y que con el tiempo irá ganando seguramente más valor. Mantienen su personalidad y su sonido de una manera fiel, sin ser un refrito. Tampoco supone un rompe y rasga. Pero no desmerece al culto creado a lo largo de los años y se coloca como otro vértice más en su discografía , que no es poco.

desde
CoreografoDelCerro.













En 2005 dos nórdicos que eran prácticamente desconocidos publicaban una de las obras cumbre de la pasada década, "Pale Ravine" (type, 2005). En esa primera aventura nos hacían adentrarnos en un mundo en el que oscuros paisajes ambientales y luminosas piezas de toque clásico se mezclaban creando uno de los discos más bellos que he escuchado en mi vida.
Tras esa gran obra al dúo pareció tragarsele la tierra e igual que habían llegado se marcharon y tras cinco años de silencio ahora vuelven con "Owl Splinters", ¿serán capaces de mantener el nivel?

Tras tanto tiempo esperando, al escuchar este disco largo tenía unas esperanzas creadas tras el magnifico "Pale Ravine" y al no encontrarme exactamente con un super disco, me quede un poco desilunionado, pero claro, las perspectivas que había puesto eran demasiado altas.
En "Owl Splinters", Deaf Center siguen apostando por el Ambient (aunque ya no es tan marcadamente dark) y por varias piezas de corte Modern Classical, pero la novedad más importante es la repentina irrupción del Drone en su música.
Quizás lo que le faltaría a este álbum para alcanzar un nivel más alto, sería que las suites tuviesen un minutaje más largo para conseguir atmósferas más sentimentales y no tener la sensación de que cuando estas en lo mejor se acabe, teniendo una sensación de coitus interruptus un tanto desagrable.
Pese a ello hay un montón de piezas de gran nivel, en especial las que tienen un aroma más clásico, aunque ”New Beginning (Tidal Darkness)” y ”Close Forever Watching”, con una estructura más dronera también llaman poderosamente la atención.

desde
MyFeetInFlames.












CULT OF YOUTH
Cult Of Youth

sacred bones, 2011

Al parecer Sacred Bones Records nos sigue la pista o se tratará de una gran coincidencia de gustos musicales, no lo sabemos, lo único cierto es que cada placa que editan llega como delicado agasajo hasta nuestro apartado refugio esquimal.
Ahora enfocados en mostrar la creación agreste de la banda de Brooklyn, Cult Of Youth con Sean Ragon a la cabeza, aparecidos a fines de la década pasada se mueven entre las honduras del DarkFolk y los ambientes Post-Industriales.

Desde un comienzo este trabajo nos lleva por la gris marcialidad sonora de Boyd Rice y sus NON mutados por la locura de The Pogues, en "New West" la voz de Ragon se acerca a la vibrante insanidad de Shane MacGowan, todo adornado por el violín de Christiana Key en una cabalgata de rumor After Punk.
Para este segundo album Cult Of Youth se ha transformado en un cuarteto, con una robusta base rítmica a cargo de Micki Pellerano en bajo y Glenn Maryansky en batería, lo que redunda en un sonido más definido y poderoso que el de sus anteriores entregas, ahora son un cuerpo sólido manifestando con propiedad esa lujuria tétrica que llevan en su centro canciones como "The Dead Sea" y "Monster", el traspaso desde Crisis a Death In June o una especie de Swans en anfetaminas.
Ya más instrospectivos en "Casting Thorn" sentimos la oratoria maldita de Ragon bajo una atmósfera percusiva machacante, de a poco van subiendo de intensidades a base de violines espectrales y una guitarra acústica rasgada con desenfreno, al final todo se transforma en un fatídico vómito de alma negra. Otro tramo purificador es "Weary" oscuros viajantes en la aldea bucólica de los tiempos finales.

Eso es "Cult Of Youth" un álbum apocalíptico y violento, una ceremonia nefasta.


Raúl Cabrera Hidalgo.












ECHO LAKE
Young Silence EP

no pain in pop, 2011

Echo Lake es una joven agrupación de Londres que nos presenta este Ep debut de 6 temas, liderados por Linda Jarvis en la voz y Thom Hill en las guitarras, su sonido pareciera perderse entre capas de saturación nubosa y ambientes psicodélicos.

Ya de entrada atrapan con el corte "Sunday Evening", guitarras cristalinas flotando sobre una percusión repetitiva, un bajo profundo que conduce junto a la voz azucarada y algo alucinógena de Linda, el entorno se vuelve sedante y desaparece lentamente entre ruidos abstractos.
"In Dreams" también es ascenso constante, mucho eco y guitarras filtradas, voces y atmósferas sobrecargadas que recuerdan las excursiones estelares de Cocteau Twins y Slowdive, como en ellos también hay harto arrullo y zonas melosas que se agradecen.

Habrá que observar con detalle los siguientes pasos de Echo Lake, por ahora nos quedamos con este sonido viajero que atrae, como ese bello sueño que retorna para desplegar aún más luz.


Raúl Cabrera Hidalgo.







Además como apertura y 'single de la semana' te presentamos a Los Llamarada, banda punk de Monterrey, México que ha publicado hace muy poco el 7" "The Resstless Light" para el sello norteamericano S-S Records.







El Sueño del Esquimal se transmite hoy jueves a las 21 hrs, por Radio Placeres, 87.7 fm y en línea desde aquí.